El presidente de Colombia, Iván Duque, anunció el hallazgo de dos nuevas embarcaciones cerca de la zona del mar Caribe donde se descubrió en 2015 el “Santo Grial de los naufragios”: el galeón San José.

Ese mítico barco español había sido hundido por corsarios británicos frente a las costas de Cartagena de Indias en 1708 mientras transportaba oro, plata, esmeraldas y otras riquezas desde las colonias españolas en Sudamérica para entregarlas al rey Felipe V.

Al momento de su descubrimiento, el entonces mandatario colombiano Juan Manuel Santos lo describió como “uno de los más grandes hallazgos de patrimonio sumergido, si no el más grande, dicen algunos, de la historia de la humanidad“.

En una nueva rueda de prensa convocada este lunes, Duque presentó imágenes inéditas del naufragio obtenidas a más de 1.000 metros de profundidad por un equipo de grabación de última tecnología.

En las imágenes -las más nítidas obtenidas hasta el momento- se ven partes del galeón y algunos de los objetos que llevaba, desde vajilla china casi intacta, vasijas y maletas hasta lingotes y monedas de oro, además de cañones de bronce fabricados en Sevilla en 1655.

El jefe de Estado también informó sobre el nuevo hallazgo de las dos embarcaciones, en la misma zona donde está enterrado el San José.

“Una es del periodo colonial y otra (…) corresponde al periodo republicano de nuestra historia”, señaló.

En el anuncio, que luego posteó en redes sociales, Duque dijo que la Armada colombiana también ha logrado ubicar “una decena de embarcaciones similares”.

Por qué sigue enterrado

A pesar del enorme interés que generó el hallazgo del San José, su millonario tesoro aún permanece en el fondo del mar.

El motivo es legal: la Justicia aún no ha definido quién puede quedarse con ese preciado patrimonio.

Colombia lo considera propio: se halló en sus aguas territoriales y la embarcación que realizó el descubrimiento era de la Armada colombiana.

“El galeón San José es patrimonio de todos los colombianos”, dijo Santos al anunciar el hallazgo en 2015.

Sin embargo, España dice que el galeón era un “barco de Estado”, ya que pertenecía a la Armada española, y como tal está protegido por las regulaciones de las Naciones Unidas.

No son los únicos que se disputan el tesoro: la empresa estadounidense Sea Search Armada, que fue parte de la alianza público-privada que realizó el hallazgo, también reclama parte del botín sumergido que el gobierno de Santos se había comprometido a entregar como forma de pago.

Fuente: BBC

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