Desde el Yacht Club Santa Fe destacaron que casi la mitad de las embarcaciones del parque náutico no puede navegar debido a la bajante.

En la ciudad de Santa Fe, cruceros, lanchas de gran porte y veleros con calado de 1.80 a 2 metros no pueden ingresar al río por el bajo caudal. “La pandemia y la bajante del río fue una doble frustración para el que tiene una embarcación”.

“Es bastante angustiante para el dueño de una embarcación haber hecho una inversión en un elemento para placer y no poder utilizarlo por una causa netamente ajena a todo”, se lamentó.

Según el experto, la tendencia de los últimos años de las nuevas lanchas que ingresan al club es un mayor porte y peso, por lo que para poder ingresarlas al río a través de las rampas se necesita agua.

“Se hicieron algunos trabajos de mejoramiento para darle más llegada al agua de bajo nivel como están ahora las rampas, pero así todo el río sigue bajando. No terminamos de hacer una obra que ya nos quedamos atrasados”, dijo el vocero del Yacht Club.

Según el informe del 26 de enero del Instituto Nacional del Agua, los niveles fluviales continuarán en la franja de aguas bajas y la tendencia climática hacia finales de marzo es desfavorable. Las últimas mediciones ubican al río en -11cm.

“Por suerte dentro de la zona nuestro club todavía tiene algunas embarcaciones que pueden ingresar al agua y otras que hemos cambiado de sus amarras tradicionales (que son las que están en la caleta al lado del Puente Oroño) y las hemos mudado a otras nuevas que hicimos en este caso excepcional (al lado del Arroyo Santa Fe)”, explicó Hamud.

Algunas de las embarcaciones están en boxes, otras en amarras porque son de mayor porte, y en la zona norte están los catamaranes de rendimiento de velocidad.

“Por eso nuestra mayor dotación de embarcaciones está toda afuera de la caleta. Eso implica tener que hacer obras, colocar interpostes en el agua, nuevas amarras, nuevas pasarelas, darle al socio servicio de luz, agua, seguridad. Es un tema importante que nos está llevando esta gran bajante nunca vista”, agregó.

Y remarcó: “Solamente se puede hacer algún tipo de salida con embarcaciones de pequeño y mediano porte y con algunas de las embarcaciones muy pequeñitas de vela, algo de remo, pero los cruceros prácticamente no tienen mucho mucho espacio”.

Los socios con otros tipos de barcos no salen a navegar hace dos años. “Toda persona que tenga una embarcación es justamente para disfrutar del río, y cuando teníamos agua en pandemia prefectura no nos dejaba navegar ni llegar a los barcos”, se quejó el referente del club.

Los socios con otros tipos de barcos no salen a navegar hace dos años. “Toda persona que tenga una embarcación es justamente para disfrutar del río, y cuando teníamos agua en pandemia prefectura no nos dejaba navegar ni llegar a los barcos”, se quejó el referente del club.

“Cuando Prefectura comenzó a dar el permiso a que se pueda navegar en ciertos horarios, con ciertos protocolos y limitaciones, encontramos que el río empezó a bajar”, insistió, recordando los breves meses en 2020 que la bajante dio una pequeña tregua.

Además, el Vicecomodoro opinó que la nueva administración de Prefectura interpreta que el uso del río es más bien comercial, no recreativo. “Le dan más prioridad a la parte comercial entonces para la parte recreativa, que es la mayor cantidad de embarcaciones entre todos los clubes, prefectura se puso muy estricta”.

“En toda la zona donde está permitida la navegación, o estaba, porque hay zonas donde ya no se puede, convivió toda la actividad náutica comercial con la actividad náutica deportiva y recreativa en excelente relación durante años”, relató Hamud. “Hace 30 años que navego y siempre estuvieron los mismos barcos comerciales, el puerto activo o semiactivo, y en todos los clubes náuticos de la zona y de Paraná se convivió en armonía”.

Y sintetizó: “Prefectura se ha puesto muy exigente y no lo entendemos. Son las reglas de juego que hay en este momento en el agua”.

La pasión por el río

Si bien son muchos los socios que no pueden salir a navegar porque no pueden sacar sus embarcaciones o porque se quedarían varados, el Yacht Club de Santa Fe sigue creciendo. “Como Club Náutico tenemos la suerte, gracias a Dios, que la masa societaria comprendió esta situación y nos viene honrando con la participación de la cuota para poder mantener el club, porque sigue funcionando”.

Fuente: Diario Uno Santa Fe