El programa del Monaco Energy Boat Challenge 2022 sigue entusiasmando por la calidad y la cantidad de las innovaciones náuticas presentes: las embarcaciones que creíamos ver en el futuro son ya una realidad que podemos tocar con las manos, y el evento que finalizará hoy en el Principado sirve precisamente para ponerlas a prueba.

La redacción de Todoslosbarcos, que sigue el Monaco Energy Boat Challenge e informa de él día a día, pudo seguir las competiciones marítimas de los 38 equipos participantes y la interesantísima conferencia sobre “La transición energética en la náutica: oportunidades y límites”, celebrada el jueves. También el jueves se celebró el “Foro de Empleo”, que reunió a jóvenes ingenieros náuticos con fabricantes en encuentros informales entre los talentos del mañana y los actores actuales de la industria.

Para todos los participantes, en definitiva, fue ponerse manos a la obra tras el brillo de la ceremonia inaugural en la cubierta superior del Club Náutico de Mónaco, organizador del Mónaco Energy Boat Challenge 2022, que forma parte del proyecto más amplio “Monaco, Capital of Advanced Yachting”. En palabras del Secretario General del Club Náutico de Mónaco, Bernard d’Alessandri, “continuamos una larga tradición de innovación. La marca colectiva “Mónaco, capital de la náutica avanzada” está decidida a seguir siendo pionera en este campo y a apoyar al sector en su transición energética.

El tema de las fuentes de energía renovables y alternativas para los motores marinos, desde la propulsión eólica hasta las baterías, pasando por el tan cacareado hidrógeno y la energía solar, fueron el eje principal de la conferencia sobre la transición energética en la náutica. Los ponentes se centraron principalmente en la investigación y el desarrollo para hacer un balance de la evolución de estas tecnologías y evaluar su potencial para el futuro.

Al igual que los ordenadores, los sistemas de energía limpia se han hecho más pequeños, más potentes y más cómodos, pero aún quedan retos en un mercado cada vez más competitivo. “La cuestión de la velocidad durante la carga es, obviamente, un factor clave, al igual que la de las baterías, que siguen siendo pesadas y caras”, dijo el director general de Vita, Rory Trahair, por ejemplo.

En el orden del día figuraban también otros combustibles alternativos, como el hidrógeno verde, del que habló la directora general de Aquon Yachts, Christine Funck: “En lo que respecta al hidrógeno para aplicaciones marítimas, aunque el almacenamiento sigue siendo una cuestión clave y se está avanzando a muchos niveles, no es el dominio de la tecnología lo que falta, sino la ausencia de instalaciones de repostaje y la normativa que queda por elaborar, sin olvidar que, a diferencia de los coches, el transporte marítimo no se considera un asunto importante.

En definitiva, la transición energética en la náutica es un tema muy fascinante y amplio, que atraviesa cuestiones como la producción de energía solar directamente a bordo, la relación superficie-superficie y la capacidad de almacenamiento de las baterías. Los ponentes pudieron debatir sobre los retos que plantea el uso de estas soluciones en los yates, sobre todo a la luz de la energía eólica, y el consenso fue que el problema no es tanto la tecnología disponible hoy en día, sino cómo integrar estas opciones en los barcos, que ya son medios de transporte complejos por naturaleza. La importancia de un diseño que tenga en cuenta estas soluciones, combinándolas desde el punto de vista de la ingeniería y el funcionamiento, sigue siendo un factor crucial, pero que inevitablemente aumenta los costes finales. Pero, por otro lado, hemos visto cómo estos sistemas son cada vez más sencillos y fáciles de usar para los armadores y los capitanes.

En el Monaco Energy Boat Challenge 2022, en definitiva, los barcos demostraron ser un vasto campo de experimentación en el que los avances están contribuyendo a la metamorfosis del sector marítimo, con posibles beneficios para otros sectores, así como para el medio ambiente en general. Los gestores de puertos y marinas, los arquitectos navales y los astilleros llevan días debatiendo cómo replantear el sector de forma respetuosa con el medio ambiente, queriendo impulsar la innovación tanto para satisfacer la creciente demanda como para anticiparse a la evolución futura y ser proactivos, aunque todavía puedan pasar varios años para pasar de la fase de investigación y desarrollo a soluciones prácticas, certificadas y comercializables.

En este sentido, fueron perfectas las palabras finales del aventurero Mike Horn: “Tenemos que dejar de comparar soluciones y averiguar cuál es la mejor antes de tomar una decisión. Todas ellas están bien siempre que cumplan los objetivos imperativos de la lucha contra el cambio climático. Para conseguirlo, no hay otra opción que trabajar todos juntos. Es demasiado fácil procrastinar y poner excusas, cuando es la suma de todas las pequeñas cosas que no estamos haciendo lo que nos está llevando al desastre. Los astilleros y los armadores tienen una gran oportunidad de mostrarnos el camino. En esencia, para la transición energética de los yates son posibles muchas soluciones y la tecnología está disponible; sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer, aunque hay grandes esperanzas de que la industria náutica empiece a colaborar en el desarrollo de energías limpias en los barcos para salvar el planeta.

Fuente: Revista Todos los Barcos

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