El abogado Lucas Micheolud, integrante de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas, habló acerca de la importancia que tiene la situación y de la repercusión que ha tenido a nivel mundial.

 

Meses atrás el río Paraná ha comenzado a evidenciar una marcada bajante en su nivel, algo que es producto de varios factores. Entre estos motivos se puede mencionar un período de sequía producto del cambio climático, pero no es el único. A su vez, se suman factores antrópicos como la deforestación y la quema indiscriminada de miles de hectáreas en toda la cuenca del “pariente del mar”.

Este viernes, en declaraciones al programa “El primero de la mañana”, de LT8, el abogado ambientalista reveló que la trascendencia de este fenómeno “es una situación dramática la que atraviesa la cuenca más importante del país y la segunda más importante de Sudamérica que provocó que tomara dimensión no solo a nivel regional. Diarios como el New York Times o la cadena Al Jazeera, que es como la BBC de Medio oriente, se ocuparan del tema”.

El experto recordó que la nota del New York Times titulada “El Paraná se marchita y con él, se seca un pilar económico de Sudamérica”. En este sentido, dijo: “Estamos ante una verdadera tragedia socioambiental con consecuencias a los ecosistemas fluviales, de humedales y que impacta al acceso al agua saludable para las comunidades, pero que se traduce además en una problemática ecológica y climática en todo el Cono Sur y eso hizo que los medios internacionales vengan a conocer de primera mano qué está sucediendo”.

En relación al fenómeno conocido como La Niña, consolidado en la región por segundo año, el experto explicó que es clave en esta situación de sequía y consecuente bajante. Sin embargo, también destacó la relevancia del factor antrópico: “Además, y esto lo venimos planteando desde la asociación de abogados, esta sequía expone todo un fenómeno depredatorio sobre los ecosistemas forestales y que tienen que ver con las deforestaciones indiscriminadas y los incendios intencionales en toda la región”.

Además de recordar los incendios en la Amazonia de 2019 (donde solamente en agosto se quemaron más de 2 millones de hectáreas), el abogado mencionó que otro factor en el que se ve la intervención humana es “la deforestación indiscriminada que tiene como propósito expandir la frontera agrícola ganadera y, por otro lado, el desarrollo de proyectos mineros”.

“Cuando uno analiza los últimos 40 ó 50 años concluye que hay un proceso de deforestación masiva que terminó con más de 60 millones de hectáreas. Solo en Argentina, en los últimos 30 años se perdieron 8 millones de hectáreas. Esto no solo fue provocando que los suelos se vayan desertificando sino que además estos ecosistemas pierdan la capacidad de absorber el agua y de ir derivándola a los arroyos y vertientes que alimentan la cuenca del Paraná”, afirmó el letrado.

En este sentido, agregó: “Van alterando no solo la temperatura del planeta, porque son grandes sumideros de carbono, sino porque traspiran esa humedad a través de las precipitaciones y lo que hacen es elevar esa humedad a la atmósfera en conjunción con lo que los científicos definen como ‘ríos voladores’, que es esa agua que viaja en la atmósfera muchos kilómetros, que traen los vientos calientes del trópico chocan con la cordillera y toda la humedad que hay en la Amazonia principalmente genera todo un cambio atmosférico y las precipitaciones en Sudamérica. Eso hoy está interrumpido y es por una causa antrópica”.

En relación a las proyecciones de la bajante, Micheloud indicó que, por ahora, “la información es muy prudente”. De acuerdo a lo publicado, el Instituto Nacional del Agua (INA) pronostica “más déficit hídrico. Incluso octubre podría ser peor que septiembre y todo indicaría que vamos a estar hasta fin de año con esta situación”.

Luego de definir a la bajante como “preocupante”, explicó que la considera así “por lo que implica la cuenca para el desarrollo de cinco países y para siete provincias argentinas. Obvio que el cambio climático está detrás de esta sequía y el IPCC, que es un panel de expertos climáticos, señaló en su último informe que la región de Sudamérica va a oscilar pendularmente entre períodos de muchas precipitaciones y mucha sequía. Por lo tanto es necesario plantear una agenda de transición ecológica en todo el Cono Sur para que se aborde el problema, sino vamos a estar en una emergencia permanente”.

Fuente: iProfesional

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